Cuentan que en el Génesis
Don Vacío solitario
preguntose si podría
estar más acompañado.
Y es que en esa época no había
¡nada! ¡ni tiempo, ni luz, ni espacio!
fijaos que aburrimiento:
¡ni fútbol, ni O.T., ni Gran Hermano!.
Surgió entonces Doña Energía
bella fuerza acalorada
que en sus brazos cayó rendida
dulcemente enamorada.
La pareja y sus pasiones
no pensaba en otra cosa
y ya se sabe, que no tomando precauciones
viene familia numerosa.
Llegaron así días más alegres
aunque ni en domingo descansaban
porque que al cabo de nueve meses
nació la criatura esperada.
La niña era La Materia
presumida y atolondrada
configurada en estructuras
que por capricho desmontaba.
Don Vacío y Doña Energía
la miraron con interés
preguntándose si podrían
llegar ahora a fin de mes.
Las partículas elementales
poco a poco se van juntando
compartiendo sus electrones
y sus cargas equilibrando.
Se forman figuras curiosas
¡Caprichosa es la materia!
¡Cuanta longaniza, cuanta esfera!
¡Cuánto enlace, cuanta cosa!.
La materia es caprichosa
y no le gusta ir despacio
poco a poco se nos queda
en pelotas el espacio.
Ya regía aquel entonces
el movimiento rutinario
de los astros y los soles
y el inexorable calendario.
¡Triste suerte de funcionario!
anunciaba sin compasiones
que después del plácido domingo
llegaba el puñetero lunes.
La materia se hace adolescente
en su cuerpo algo ha cambiado
Su prioridad es ahora
lucir un tipito más delgado.
“Mamá, quiero crear algo
que me diga que estoy guapa
que ya me aburro con estos átomos
y estas partículas desgastadas”.
“Hija, te lo dije antes
y con paciencia te lo repito
deberás crear un replicante
para lucir ese palmito”.
“Cuatro bases tiene
aquello que tu estás buscando
pero no sabes bien lo que se te viene
¡acuérdate del parque jurásico!”.
La niña materia, enamorada
en su empeño no cejaba
y como un dulce corolario
escribía en su diario:
“El príncipe de mis sueños
aquel que mi vida llene
vendrá en la noche, cabalgando
en su cadena de A.D.N.”
Y así nacieron variados
por las mutaciones y los cruces
hongos, virus y bacterias
sapos, peces y avestruces.
¡Aquello no paraba!
¡La célula se hace gusano!
Me quedo mirando una rana
y al rato la rana se convierte en pato.
¡Que variedad de animales!
cada uno ocupando un nicho
menudo lío tenemos
¡esto está lleno de bichos!.
Pero no todo era crecimiento,
no todo era explosión.
Se lamentaba algún fallecimiento
y alguna que otra extinción.
Aunque la suerte haga que sobrevivan
unos mejores y otros peores,
los animales, a coro, opinan
que ¡ya esta bien de extinciones!.
Parece que fueron meteoritos,
terremotos y glaciaciones
con tanto cataclismo, las especies dicen a gritos:
“¡bueno, ya vale, ya vale!
que estamos hasta los co*****”.
Y así sigue su curso
la historia de la evolución
unos marchan, otros vienen
y dada la situación.
un mono peludo se pregunta
y aquí, ¿que pinto yo?
El asunto no es en vano
complicada es la situación
mejor me como un plátano
y que sea lo que quiera Dios.
Otro mono se pregunta
si estoy aquí, haciendo algo
aunque en realidad lo que más le importa
es saber que pasa cuando uno se queda calvo.
Y aquí la historia se acaba
ya se ha hecho largo este cronicón
ya está bien de ceder la palabra
a Manuel de la Herrán Gascón.
MANUEL DE LA HERRÁN GASCÓN
Incluido en el libro “ARENA SENSIBLE”
http:// www.arenasensible.com/
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