martes, 24 de febrero de 2015

POEMAS DE NICANOR PARRA






ÚLTIMO BRINDIS
Lo queramos o no
sólo tenemos tres alternativas:
el ayer, el presente y el mañana.

Y ni siquiera tres
porque como dice el filósofo
el ayer es ayer
nos pertenece sólo en el recuerdo:
a la rosa que ya se deshojó
no se le puede sacar otro pétalo.

Las cartas por jugar
son solamente dos:
el presente y el día de mañana.

Y ni siquiera dos
porque es un hecho bien establecido
que el presente no existe
sino en la medida en que se hace pasado
y ya pasó...
como la juventud.

En resumidas cuentas
sólo nos va quedando el mañana:
yo levanto mi copa
por ese día que no llega nunca
pero que es lo único
de lo que realmente disponemos.


    Creo en un más allá
      Creo en un más allá
      Donde se cumplen todos los ideales

      Amistad
      Igualdad
      Fraternidad
      Excepción hecha de la libertad
      Esa no se consigue en ninguna parte
      Somos esclavos por naturaleza.

    Solo de piano
      Ya que la vida del hombre no es sino una acción a distancia,
      Un poco de espuma que brilla en el interior de un vaso;
      Ya que los árboles no son sino muebles que se agitan:
      No son sino sillas y mesas en movimiento perpetuo;
      Ya que nosotros mismos no somos más que seres
      (Como el dios mismo no es otra cosa que Dios)
      Ya que no hablamos para ser escuchados
      Sino que para que los demás hablen
      Y el eco es anterior a las voces que lo producen,
      Ya que ni siquiera tenemos el consuelo de un caos
      En el jardín que bosteza y que se llena de aire,
      Un rompecabezas que es preciso resolver antes de morir
      Para poder resucitar después tranquilamente
      Cuando se ha usado en exceso de la mujer;
      Ya que también existe un cielo en el infierno,
      Dejad que yo también haga algunas cosas:

      Yo quiero hacer un ruido con los pies
      Y quiero que mi alma encuentre su cuerpo.
                                  






Sueña el rey que es rey [Soliloquio: Fragmento de La vida es sueño]




 Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?

  Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
  Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida?  Un frenesí.
¿Qué es la vida?  Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
PEDRO CALDERON DE LA BARCA