lunes, 25 de mayo de 2015

FRAMENTOS DE "CUATRO CUARTETOS" DE T.S. ELIOT



Burnt Norton

El tiempo presente y el tiempo pasado
Acaso estén presentes en el tiempo futuro
Y tal vez al futuro lo contenga el pasado.
Si todo tiempo es un presente eterno
Todo tiempo es irredimible.
Lo que pudo haber sido es una abstracción
Que sigue siendo perpetua posibilidad
Sólo en un mundo de especulaciones.
Lo que pudo haber sido y lo que ha sido
Tienden a un solo fin, presente siempre.
Eco de pisadas en la memoria,
Van por el corredor que no seguimos
Hacia la puerta que no llegamos nunca a abrir
Y da al jardín de rosas. Así en tu mente
Resuenan mis palabras.
Pero no sé
Con cuál objeto perturbamos el polvo
Que vela el cuenco en donde están los pétalos
De rosa.


East Coker
En mi principio está mi fin. Una tras otra
Las casas se levantan y se derrumban, se demoran, se extienden,
Son arrancadas, destruidas, restauradas, o en su lugar
Queda un baldío, una fábrica o un paso a desnivel.
Viejas piedras para nuevos edificios,
Vieja leña para nuevas hogueras,
Viejas hogueras para las cenizas y cenizas para la tierra
Que ya es carne, pieles y heces,
Huesos humanos y animales, tallos y hojas de cereal.
Las casas viven y mueren.
Hay un tiempo para la construcción,
Un tiempo para habitar y engendrar
Y un tiempo para que el viento rompa el cristal desprendido
Sacuda las maderas en que trota el ratón del campo
Y el tapiz en jirones donde se halla bordado
Un lema silencioso.

The Dry Salvages

No hay fin y todo es suma: el desmedido 
Resultado de días y horas sin final.
La emoción reflexiona ensimismada
En años de vivir entre los destrozados
Restos de lo que se creyó lo más confiable—
Y por ello más apto a la renunciación.
Hay la última suma, el desvaído
Orgullo que resiente su declive fatal,
La devoción lejana que parece borrada
Como un barco que hace agua por los cuatro costados,
0 escuchar en silencio tañer la irremediable
Campana que te invoca, última anunciación.

Little Gidding
No cesaremos en la exploración
Y el fin de todas nuestras búsquedas
Será llegar adonde comenzamos,
Conocer el lugar por vez primera.
A través de la puerta desconocida y recordada
Cuando lo último por descubrir en la tierra
Sea lo que fue nuestro comienzo:
En la fuente del río más largo
La voz de la oculta cascada
Y los niños en el manzano.
La voz no conocida porque nadie la busca,
Pero escuchada, o semiescuchada, en la inmovilidad
Del mar entre dos olas.

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