POEMA QUE LA
MUERTE ESPERA
Nada es para siempre,
aceptémoslo,
Lo eterno se inventa
para no vernos acabados.
Nada dura más tiempo que una vida,
sólo las aves creen que el planeta es infinito,
sin imaginar que su vuelo
es inferior al de los astros
y que estos, a la vez,
un día se opacan
y surcan vacíos el silencio
como el corazón de un hombre
que ha dejado de amar.
Por ello, cuando sé
que el amor es el primero en morir,
no dejo de sentir una extraña alegría,
saco una silla al patio
y entre las flores,
dejo a los gatos atrapar
y matar mariposas
en su juego.
aceptémoslo,
Lo eterno se inventa
para no vernos acabados.
Nada dura más tiempo que una vida,
sólo las aves creen que el planeta es infinito,
sin imaginar que su vuelo
es inferior al de los astros
y que estos, a la vez,
un día se opacan
y surcan vacíos el silencio
como el corazón de un hombre
que ha dejado de amar.
Por ello, cuando sé
que el amor es el primero en morir,
no dejo de sentir una extraña alegría,
saco una silla al patio
y entre las flores,
dejo a los gatos atrapar
y matar mariposas
en su juego.
PUNTO
DE RETORNO
Jamás se
regresa,
volver es un jamás
que nunca cede.
Veinticuatro horas después
somos otros
creciendo inéditos,
buscándonos, de la misma forma
cuando niños nos buscábamos en sueños
y no lo podíamos explicar al despertar,
cuando el sol era blanco
y la gente comenzaba a andar
y ya no estábamos perdidos.
A ese lugar nunca se vuelve,
por más que lo intentemos,
somos gente vieja
aún recién paridos.
volver es un jamás
que nunca cede.
Veinticuatro horas después
somos otros
creciendo inéditos,
buscándonos, de la misma forma
cuando niños nos buscábamos en sueños
y no lo podíamos explicar al despertar,
cuando el sol era blanco
y la gente comenzaba a andar
y ya no estábamos perdidos.
A ese lugar nunca se vuelve,
por más que lo intentemos,
somos gente vieja
aún recién paridos.
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